Diferencias entre el plátano y la banana

A lo largo de los años, la duda sobre si el plátano y la banana son la misma fruta ha cobrado mayor fuerza entre los consumidores de las mismas. Sin embargo, existen marcadas diferencias entre el plátano y la banana de las cuales nos referiremos a continuación.

Diferencias entre el plátano y la banana

El plátano es el fruto de una planta herbácea, específicamente de la especie musácea, en su tipo más paradisiaco. Es por ello, que es un alimento común en grandes países tropicales como Brasil o México.

La característica principal de este fruto, es su forma alargada y su cáscara o corteza gruesa (con respecto a las bananas). El color de su exterior suele ser verde cuando aún no están maduros, amarillo cuando lo están y negro durante la fase final de este proceso.

Puede ser consumido de dos formas, al estar maduro, cocinado al horno, sancochada o frito; y al no estar maduros, preparados a la plancha, sancochados, al horno o en aceite caliente.

Por su parte, la banana es el fruto de una especie igualmente musácea, que al contrario del plátano tiene un tamaño mucho más reducido, pero de forma alargada como este.

La cáscara de la banana es menos gruesa que la de su similar y en cuanto al sabor, suele ser más dulce. La textura de esta fruta es más suave que la del plátano.

No obstante, las diferencias más destacadas entre una fruta u otra se centran en la composición de cada una de ellas y por ende en los gramos y porcentajes de sus componentes.

Diferencias en cuanto al contenido nutricional

El plátano es más rico en minerales como el potasio y el fósforo, mientras que, en sodio el contenido es menor, hecho que lo hace un fruto ideal para aquellas personas que padecen de Hipertensión Arterial.

Sin embargo, en relación con otros minerales como el zinc, manganeso, hierro y calcio, es la banana la que lleva la batuta, pues ella tiene mayor cantidad de estos elementos en su interior.

En cuanto a las fibras como la pectina, la banana tiene menor contenido de esta. Esta fruta también es rica en azúcares simples como la fructosa, sacarosa y glucosa.

Los carbohidratos encontrados en la banana son menores a los que conforman al plátano, entre ellos destacan, los niveles de almidón reducidos, determinados gracias a la comparación entre ambas frutas.

La banana es menos dulce que el plátano y posee una textura mucho más dura que este, todo gracias a sus propiedades. El plátano posee menos calorías.

Si hablamos de proteínas, la banana tiene niveles más bajos de esta que el plátano. En relación a uno de los mejores componentes de estos frutos, la fibra, está contenida en una proporción similar en uno y otro, por lo tanto, ambos mejoran el tránsito intestinal, combatiendo el estreñimiento.

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¿Pueden diferenciarse visualmente?

Alguna vez te habrás pregunta si es posible diferenciar estas frutas a simple vista, incluso es probable que en múltiples oportunidades hayas notado ciertas diferencias.

La verdad es que si es posible diferenciar al plátano de la banana con tan solo echarles un simple vistazo. Lo primero que notarás es que un plátano tiene un aspecto mucho más curvo que la banana, esta es de forma más cilíndrica y recta.

Normalmente, tanto la longitud como el grosor del plátano es inferior al de la banana, aspecto que se repite al comparar el peso de ambos.

Es importante tener en cuenta que el color tanto de la pulpa como de la cáscara de estas frutas, dependen del nivel de maduración en el que se encuentren.  Es por esto que no puede afirmarse que uno sea más amarrillo o blanco que el otro.

Una característica que tiene relación con el factor físico y que puede evidenciarse con mayor notoriedad, es que generalmente el plátano va adquiriendo manchas negras en su cáscara durante su maduración.

El proceso mencionado antes, tiene que ver a su vez con la actividad de las enzimas que se encuentren en el alimento, misma que es elevada.

Cuando nos enfocamos en el tacto, la textura del plátano con relación a la de la banana, es más firme. Lo anterior, no quiere decir que este sea un fruto rígido o demasiado duro, al contrario, es bastante suave.

Hay otras diferencias entre el plátano y la banana orientadas hacia el aroma o sabor de estos, sin embargo, este tipo de experiencias sensoriales también dependen de cada individuo.

En el caso de España, la banana producida en las Islas Canarias tarda mayor tiempo es tornarse de color pardo que los plátanos (que además son procesados).

Denominación

El término utilizado para referirse a los frutos de la especie musácea, tiende a confundirse debido a que según la ubicación geográfica son llamados de distintas maneras.

Por ejemplo, en países como México y España, el plátano es la variedad que suele ser consumida cruda y cuenta con un tamaño considerado mediano.

En México también se emplea el término «plátano macho» para hacer referencia a las variedades más grandes. Por otra parte, en otros países como Argentina, Colombia, Paraguay o Nicaragua, la variedad más cilíndrica y de menor tamaño se conoce como banana.

Incluso recibe otras denominaciones como «cambur» en Venezuela y «guineo» en Ecuador. Para el plátano (la especie de mayor tamaño), en otras áreas del continente se utilizan denominaciones como «plátano verde» o «plátano para guisar«.

En Sudamérica, puede diferenciarse un plátano de una banana, ya que esta última mide cerca de 20 o 25 cm, aunque puede llegar a superar o no esta medida dependiendo del cultivo.

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Diferencias entre el plátano y la banana a la hora de prepararlos

El plátano, es decir, la variedad que no suele consumirse cruda, es preparado al horno, sancochado, hervido, frito o asado. Con él se elaboran deliciosos purés y postres, además sirve como complemento para el arroz o botana.

En el caso de la banana, esta se utiliza normalmente para preparaciones dulces que entran en la categoría de postres. Como ejemplo de ello, podemos encontrar el helado de banana o el pastel.

Principales productores

Actualmente, India, Asia, Filipinas, Ecuador y Brasil, son los mayores productores de plátanos a nivel mundial. En conjunto estos países producen más de sesenta millones de toneladas cada año.

Ecuador y Brasil son los únicos países que se ubican en los primeros puestos tanto en la producción de plátanos como de bananas.

En América, son los países tropicales los que encabezan la producción de estos frutos, por ejemplo y una vez más, Brasil, Ecuador, Colombia o Venezuela.

Si nos vamos a Europa, Canarias es uno de los centros de la producción de estas variedades. A esta se le suman, Francia y Madeira en Portugal.

Asia en su totalidad, brinda un gran aporte a la producción mundial, sin embargo, son India, China y Filipinas los que se mantienen a la cabeza.

Uganda, Camerún y Ghana son los mayores representantes de África en este aspecto. Por otro lado, en Oceanía, Australia es la encargada de producir la mayor cantidad de estos frutos.

De esta forma, podemos comprobar como el cultivo, producción y exportación de estas variedades musáceas se han extendido por todo el mundo. Millones son las personas que disfrutan día a día de los beneficiosos de estos frutos.

Datos importantes

Desde hace muchos años, con la creciente tendencia hacia los estilos de vida saludables y la práctica de ejercicio para fomentar esto, ha surgido un debate. El mismo radica en el hecho, de que si este tipo de frutos aumentan el peso corporal o no.

Ciertamente, ambos aportan cierta cantidad de calorías al organismo; no obstante, este valor es relativamente bajo. Tal vez la interpretación errónea proviene de que aun cuando es bajo, el contenido calórico de estos frutos supera al de otros diferentes.

Esto depende también del tipo de fruta y su contenido, las calorías por cada 100g de plátano o banana se mantienen aún sin la cáscara. Por su parte, las calorías de otras frutas son calculadas sin tener en cuenta este elemento estructural o incluso las semillas.

Más allá de las diferencias entre el plátano y la banana

A nivel de salud, estas variedades previenen enfermedades cardiovasculares, pudiendo reducir hasta un 40%, el riesgo de infarto en una persona.

Son potentes antidepresivos, gracias a una proteína que se encarga de fomentar la producción de serotonina. Esta hormona regula el estado de ánimo, haciendo que las personas se sientan felices y relajadas.

Las vitaminas B6 y B12, en conjunto con otros elementos, contribuyen al proceso que atraviesa una persona fumadora cuando desea dejar este hábito. Entre otras razones, esto ocurre ya que estas vitaminas disminuyen el efecto de abstinencia.

En referencia al sistema gastrointestinal, la actividad astringente que poseen, sobre todo el plátano, combaten la diarrea. Igualmente, previenen el estreñimiento, la acidez gástrica y las náuseas matutinas.

Han resultado ser grandes complementos en el tratamiento de úlceras estomacales y en la prevención de cánceres como el de colon.

Para aquellos que usualmente practican algún deporte o actividad física, estas frutas son beneficiosas en cuanto a la prevención de calambres y dolores musculares. También, representan una rica fuente de energía de reposición.

Otra enfermedad que puede evitarse por medio del consumo de estas variedades, es la anemia.  La cantidad de hierro que contienen es suficiente para estimular la producción de hemoglobina, que a su vez participa en la producción de glóbulos rojos.

Finalmente, son dos de los alimentos que no deben faltar en una dieta balanceada, todo gracias a su alto contenido nutricionales y el nivel de saciedad que ofrecen.

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